El fantasma del crimen de José Luis Cabezas en una barriada de Florencio Varela

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Campaña electoral y proyecto político

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Palabras iniciales

Empecemos diciendo que si bien es cierto que la campaña electoral tiene que transmitir y potenciar los logros obtenidos por nuestra gestión, es cierto también que en los diferentes territorios -provinciales y municipales- la traducción no es automática y que deben por lo tanto construirse las mediaciones necesarias para poder llegar a las porciones más amplias de la población en la que nos encontremos insertos y militando.

Como ya pudo verse en algunas secciones electorales, el apoyo mayoritario a la presidenta no se cristaliza en votos a los candidatos que apoyan su gestión. Este ejemplo que se refiere a los escenarios en donde nuestros candidatos compiten con mayor desventaja -somos oposición- nos da un punto de partida interesante para comenzar desenredar la trama compleja que supone una estrategia de comunicación efectiva de nuestro proyecto en todos los escenarios con los que nos vamos a enfrentar en las elecciones presidenciales de octubre.

En primer lugar, pareciera, que si bien somos concientes de que hay que impulsar nuestro proyecto en los distritos adversos no sabemos muy bien cómo transmitir esas ideas en una campaña electoral. Generalmente hacemos campaña como si nuestra condición de oficialismo a nivel nacional se tradujera mecánicamente a las provincias y a los municipios en donde no necesariamente lo somos.

En segundo lugar, y si bien criticamos las teorías liberales del homo economicus maximizador de beneficios, nos enojamos con los votantes frente a los resultados adversos y les adjudicamos irracionalidad y desconocimiento de la información objetiva que les muestra claramente que nuestros candidatos son aquellos que garantizan el bienestar general.

En tercer lugar, y relacionado con el punto anterior, olvidamos que lo que rige el contrato -el voto- de los ciudadanos a sus representantes no es la razón sino el temor y la esperanza. En este sentido, nos convertimos en una suerte de positivistas que creemos que la argumentación racional es transparente para aquellos que nos escuchan y nos olvidamos que en términos discursivos no necesariamente nuestras intenciones respecto de lo que queremos decir son recibidas de una forma transparente por aquellos que nos escuchan.

Estos tres puntos para decir que nuestra campaña electoral está relacionada con el proyecto nacional pero, no es nuestro proyecto nacional. Es por eso que creemos necesario construir cuatro escenarios posibles -la lectura puede complejizarse aún más- que nos ayuden a pensar la estrategia electoral en cada uno de ellos. Vale la pena aclarar que son tipos ideales que no necesariamente se dan así en la realidad pero que pueden auxiliarnos a ver en dónde estamos parados en las elecciones que se vienen.

Para poder hacerlo construimos un cuadro de doble entrada que funciona como un espacio de propiedades. Las dos entradas son la Situación frente al poder ejecutivo, es decir, si somos Oficialismo u Oposición y la otra puede ser la Imagen de la Presidenta desagregada en mayor o menor imagen.


Así, la intersección entre las dimensiones de cada una de las variables nos configuran un escenario a partir del cual pensar la campaña electoral. En el caso del cuadro presentado serían cuatro:

a)      Oficialismo y > Imagen = Total ventaja
b)      Oposición y < Imagen = Total desventaja
c)      Oposición y > Imagen= Ventaja Simbólica y Desventaja Material
d)      Oficialismo y < Imagen = Ventaja Material y Desventaja Simbólica

Cuando hablamos de desventaja material nos referimos al hecho que no contamos con la posibilidad de hacer campaña con la gestión realizada y cuando se hace mención a la desventaja simbólica estamos aludiendo al hecho que el proyecto que la presidenta representa no ha sido del todo internalizado en las representaciones e imaginarios de los habitantes del lugar en donde nos encontramos militando. Dicho esto, a partir de aquí intentaremos pensar las campañas en aquellos espacios donde aparece algún tipo de desventaja.

Total desventaja

La Ciudad Autónoma de Buenos Aires fue un claro escenario de total desventaja a partir del cual pueden sacarse algunas enseñanzas para futuras elecciones en territorios similares.

a)      No nacionalizar la elección sino municipalizarla. Esto no quiere decir que no se mencione el apoyo al proyecto nacional, sino que debe hacerse hincapié, fundamentalmente, en aquello que la población considera importante en su vida cotidiana y no en si se es el verdadero representante de Cristina en el municipio.
b)      Las políticas públicas asociadas a los ciudadanos de bajos recursos son importantes pero no deben ser el eje de la campaña en los lugares en donde, por ejemplo, la educación y salud pública no son mayoritariamente utilizadas. Para estos casos, estas últimas deben estar contenidas dentro de un concepto más amplio que las englobe.
c)      Las críticas a la actual gestión deben manifestarse indirectamente. No deben atacarse a las personas y a lo mal que hacen las cosas sino que deben girar en torno a la percepción que los vecinos del municipio tienen respecto a las cosas que harían mejor y más habitable el barrio en donde viven.

Ventaja Simbólica y Desventaja Material

En estos espacios la pregunta qué debemos hacernos es cómo lograr que nuestra ventaja simbólica pese más en los electores que los actos de gestión materialmente realizados por nuestros contrincantes. Debemos guiarnos por aquella máxima que guío muchos razonamientos de un gran pensador francés: “el deseo ocupa el lugar de la falta”. En este sentido, el punto c) del escenario de Total desventaja debe ser un eje a partir del cual debemos estructurar nuestro discurso de campaña.

Ventaja Material y Desventaja Simbólica

En estos casos, nuestro eje de campaña debe girar en torno a cómo lo que nosotros realizamos como gestión es aquello que representa lo deseado e impulsará lo que todavía falta. Como gestión sabemos lo que hicimos pero, no necesariamente sabemos lo que falta. Al igual que en el caso anterior, lo que falta se expresa en los deseos y anhelos de los vecinos y nuestra tarea militante es retraducir dentro de nuestro proyecto aquello que es expresado por aquellos que buscamos representar.

En otras palabras, tenemos que re – presentarles (entendido como volver a presentarles) aquello que es deseado por ellos pero mediado por nuestra propia estructura ideológica. En las clases medias estos deseos giran en torno a cierta percepción de la degradación del espacio público y en la perdida del esplendor de lo que fue antiguamente el barrio.

Palabras finales

Lo dicho hasta aquí intentó ser un aporte para la discusión acerca de cómo podemos hacer mejores campañas y obviamente se refiere a un modelo ideal que deja afuera ciertas cuestiones. Por ejemplo, la propia ingeniería electoral que muchas veces complejiza y dificulta las campañas a partir de la forma en que se tejen las alianzas. Este es un tema a analizar en cada caso en particular.


Los medios como fines

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Enrique Masllorens escribió una columna muy interesante en la edición del domingo 19 de junio del diario Tiempo Argentino. En ella describe un encuentro que mantuvo con Sergio Schoklender cuando él todavía estaba recluido en Unidad 16 de Caseros. Lo muestra como un personaje manipulador, intrigante. Según Masllorens, una frase del director del penal lo mostraría en su esencia más pura: “Si yo lo dejo hablar al Ruso, yo me quedo preso y él se queda como jefe del penal.”

La asociación libre trabaja de manera misteriosa. A partir de leer la mencionada columna rememoré automáticamente una frase de mi padre y con ella una pequeña historia. El pelado decía: “si lo dejan hablar a él, meten preso al muerto”. Ahora la anécdota. Mi vieja siempre recuerda una vez en la cual ella le manifestó a mi viejo su desconfianza sobre un primo con el que trabajaba. Casi sin dejarla terminar de hablar mi papá se enojó mucho y le dijo que no tenía por qué hablar mal de su pariente. El tiempo le terminó dando la razón a la viejita.

El tiempo le terminó dando la razón a los que alguna vez le dijeron a Hebe y al resto de las madres que el “monje negro” no era de confianza y que las iba a terminar traicionando. Eso hoy ya no importa. Lo que sí importa es el ataque y las mentiras que se publican a diario sobre las madres en los medios de comunicación.

En este sentido, debemos volver sobre lo dicho por Masllorens: “un periodista amigo que trabaja en uno de los medios del Grupo Clarín me reveló –luego de unas copas de cabernet– que cuando se desató el caso, la orden no escrita pero firme, fue la de apuntar toda la artillería sobre Schoklender – Madres – Presidenta. Que ningún análisis o investigación debía apartarse de vincular siempre a ese triángulo y que había que machacar sin descanso.”

En un primer momento entonces, tanto Schoklender como Hebe sólo sirven coyunturalmente para evitar que Cristina sea reelegida en octubre. Publicar y mentir: hay que lograr que las Madres y la presidenta queden “pegadas” al defalco hecho por el ex convicto.

En un segundo momento aparece la estrategia a mediano y largo plazo de los grupos de poder. Detengámonos un momento en este punto. Si los hermanos fueran miembros de un grupo empresario X, su suerte estaría atada a los negocios existentes con la empresas que forman parte de los distintos grupos. Sino pregunten a Techint o al mismo Macri y su negociado con Clarín y la venta de las Netbooks para los colegios porteños.

Pero no, la estafa de Schoklender fue hecha a un organismo de DDHH que dice estar continuando el proyecto de sus hijos desaparecidos por la última dictadura militar. De estos últimos los multimedios fueron socios en papel prensa y en tantos otros negociados. En otras palabras, Cristina no debe ganar porque su victoria implica mucho más que la implementación total de la Ley de Servicios Audiovisuales. Supone socializar aún más los productos del trabajo y eso es lo que los sectores económicos concentrados no quieren.

En este sentido, son capaces de sacrificar hasta sus “hijos”. En efecto, mucho se dijo sobre la sospechosa decisión de Felipe y Marcela de realizarse el análisis de ADN y compararlo con toda la base de datos genéticos. Se ha manifestado que si lo aceptan es porque saben que no existe en el banco un patrón como el de los hermanos. De todas formas, nunca van estar 100% seguros de que la información sea verdadera.

En esta guerra a más largo plazo Clarín está dispuesto a sacrificar a sus “hijos” algo que las Madres nunca harían.

El discurso de Cristina

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Por dónde empezar… Tal vez por decir que Cristina, en el discurso de ayer, se posicionó como nunca en esa tradición vitalista del pensamiento y de la acción política. Esa tradición que coloca los límites de la intervención en lo que el cuerpo puede. Lo que puede su cuerpo, el cuerpo de la organización política que ella conduce, el cuerpo social que representa como primera mandataria.

Les dejó bien en claro a los que quisieran escuchar que en algunas coyunturas políticas ir más allá de lo que el cuerpo puede es fomentar la descomposición de la organización política y social alcanzada.

Así, hizo referencia a su propio cuerpo cuando sostuvo que “Yo no estoy muerta por volver a ser presidenta, muchachos. Yo ya di todo lo que tenía que dar, a mí no me van a correr. Quiero decirles que estoy haciendo un inmenso esfuerzo personal y hasta físico para seguir adelante; y en todo caso si hay algunos que creen que puede ser mejor otro modelo, que creen que tienen tanto poder para torcer voluntades para que este modelo sea desprestigiado, quiero decirles que conmigo no van a contar”

Se refirió al cuerpo de la organización política al decir “estoy cansada de los que dicen ayudar y vivan el nombre de Cristina y al otro día hacen exactamente todo lo contrario para que esto tenga problemas o se derrumbe”

Y se refirió al cuerpo social al manifestar "debemos comprender que un país no lo puede hacer solamente un Presidente o una Presidenta, se necesita de la responsabilidad y madurez sobre todo de aquellos que comparten este modelo".

En este sentido, y en el contexto de su discurso, es necesario comprender cabalmente qué quiso decir Cristina con su referencia a que no se muere por volver a ser presidenta. No se muere por volver a ser presidenta en un contexto en donde la organización política que ella conduce atenta contra la organización alcanzada por el cuerpo social. Por eso dice que de fortalecerse esa situación no cuenten con ella.

El discurso fue una actualización de aquella archiconocida frase de Perón primero la patria, después el movimiento y después los hombres. En efecto, cuando están primero los hombres sucede lo que Cristina dijo ayer: “Es bueno que se jueguen aunque sepan que por ahí no pueden ganar, porque hay algunos que si no van de ganadores no van, ésos no son políticos, son otra cosa”. Cuando está primero el movimiento el poder lo tienen las corporaciones como también lo manifestó la presidenta.

Pero cuando está primero la patria estamos como estamos ahora: Asignación universal por hijo extendida a las mujeres embarazadas, convenios colectivos y paritarias, crecimiento económico y desendeudamiento, aumento del empleo, etc. 

Néstor... El clamor del ser

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El 30 de abril de 2011, Daniel Rosso publicó una nota de opinión en el matutino Tiempo Argentina titulado Néstor: el hombre que no paraba de pensar. En ella sostiene que debido a la dinámica política instaurada por Kirchner, “la vieja derecha está obligada a pensar y no sólo a impugnar”.

En el mencionado escrito, Rosso sostiene que por primera vez el kirchnerismo es pensado desde afuera del propio movimiento. Así, Gonzalez y Feinmann -entre otros- son analizados por la pluma de Beatriz Sarlo y demás columnistas de los medios de circulación masiva. Esto se debe, según el columnista, a que los K conquistaron la opinión pública por lo cual ya no alcanza con impugnar sino que además hay que analizar.

Tal vez como un pequeño aporte a la nota presentada queremos hacer algunos comentarios en esta misma línea. Empecemos diciendo con Gilles Deleuze que el pensamiento se mueve cuando hay algo que lo obliga hacerlo… cuando hay una situación que lo violenta.

En este sentido, y luego de casi ocho años de gobierno, nadie puede dudar que Kirchner nos pusiera a todos a pensar. La diferencia es que para algunos eso nos llenó de alegría y a otros los entristeció. Pero para todos, sin lugar a dudas fue como una especie de patada en los dientes que nos sacó de cierto letargo y regodeo intelectual sobre cómo hacer la revolución en el café.

Para algunos de nosotros fue como un alimento que aumentó nuestra potencia política y organizó encuentros entre militantes dispersos y desconocidos. Para otros fue un veneno: los descompuso al punto de disgregarse de tal manera de no poder articular ningún tipo de idea ni acción.

La duda que surge es por qué algunos nos compuso y a otros los descompuso. Tal vez porque Kirchner se mezcla con amor y no con odio.

Siempre se vuelve al primer amor. Bonelli bajo la lupa.

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Los primeros posteos de este blog estuvieron dedicados al análisis crítico de las columnas de los principales columnistas de los diarios argentinos de mayor tirada. Así, desfilaron por nuestras intervenciones, Eduardo Van der Kooy, Julio Blanck, Joaquín Morales Solá, Carlos Pagni, etc.

Durante un tiempo abandonamos esta temática para comenzar a realizar distintos tipos de análisis. Hoy, volvemos a nuestro primer amor pero con la columna de un periodista que todavía no habíamos sometido a análisis. Marcelo Bonelli.

La nota es muy interesante y se llama La UIA pedirá que se deje de perseguir empresas. En primer lugar, el texto tiene algunas cosas contradictorias porque por un lado, dice que se está persiguiendo a los principales grupos del país pero, por otro lado, sostiene que el Ministro Boudou admitió a algunos empresarios argentinos que el problema era solo con Techint.

En segundo lugar, no se menciona al grupo Clarín como parte en este conflicto. Esto tal vez se deba a que el multimedios aceptó la vigencia del decreto 441, pero se negó a repartir los 1200 millones de pesos reclamados por el Estado. En este caso, es mejor no hacer olas y, por supuesto, no victimizarse.

En tercer lugar, la posición en que coloca a la CGT y a su secretario general cuando afirma que la Central está empecinada en frenar las batallas judiciales contra Hugo Moyano. De esta forma, oculta la voluntad política de Hugo Moyano de acercar posiciones con el nuevo presidente de la UIA y la carta a Hugo Yasky para avanzar en la unificación de las centrales obreras.

En cuarto lugar, presentar al empresariado como un bloque homogeneo y perseguido, es decir, como los buenos de la película. En este sentido, la evasión fiscal y la trata de personas por la que los grupos más grandes están siendo investigados brillan por su ausencia.

En definitiva, no estuvimos en el último tiempo siguiendo sistemáticamente las columnas de los matutinos pero tampoco es que cambiaron demasiado… Siguen omitiendo, mintiendo y ocultando…

El kirchnerismo es un humanismo

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Me tomo el atrevimiento de parafrasear a Sartre para puntear algunas ideas sobre el momento político actual. Verán cierta veta existencialista en mis palabras porque me cansé un poco del frío estructuralismo con el que venía desarrollando mis posts anteriores.

La temporalidad de nuestra existencia se define por nuestra relación con el pasado, el presente y el futuro. Sin pasado no sabemos quiénes somos, sin presente no tenemos un punto de referencia a partir del cual movernos y sin futuro no sabemos a dónde vamos. Esos mojones que nos impulsan vitalmente en algún momento se nos pueden presentar como trabas y limitaciones. Reconocer esas limitaciones además de ver la potencialidad que yace en nuestro devenir es lo que nos hace humanos.

En consonancia con lo dicho podemos decir además que la imagen de aquello que podemos proyectar es lo que va configurando nuestro presente para poder lograrlo. Nuestras acciones cotidianas se constituyen a partir de esa imagen porque lo que buscamos es realizarla.

Esta imagen del sujeto que estoy planteando debe ser pensada colectivamente si lo que queremos es reflexionar políticamente. El sujeto verdadero en este caso es el sujeto colectivo, el grupo humano. Políticamente hablando el sujeto válido es el que se constituye en grupo.

Entonces, ese proyecto en general del que estoy hablando acá es el que llamamos políticamente nacional y popular. La concreción de este último es nuestra imagen del futuro y es el que configura nuestras acciones. Pero todo esto es posible porque sabemos quiénes somos y de dónde venimos.

Esta imagen nos permite construir y aliarnos con actores políticos históricamente enfrentados y seguir profundizando el proceso. El ejemplo más claro es la juventud sindical con la juventud peronista y los sindicatos con los movimientos sociales. Entendemos que las divisiones anteriores fueron las que entre otras cosas nos llevaron al fracaso.

En efecto, los sectores sindicales comprobaron en carne propia que el proyecto económico lanzado por la última dictadura militar fue continuado por el menemismo y llevó a la quiebra a gran parte del sector productivo local y, por lo tanto, al aumento de la desocupación y la pobreza. También la persecución, la cárcel y la desaparición

Los movimientos sociales ven que frente al clima de desolación de los 90’s hoy muchos de sus militantes se reinsertan laboralmente y se vinculan con sus gremios. Muchos otros, desde las cooperativas y emprendimientos impulsados pueden trabajar colectivamente.

Como vemos se tejen puentes y se profundiza en un proyecto de inclusión social que sabe hacia donde no quiere volver y por supuesto hacia donde quiere ir. Es un proyecto profundamente humano porque buscamos realizarnos en todas las dimensiones posibles y porque entiende que es necesario hacerlo a partir de la política y del compromiso.

Si sólo nos atuviéramos al tiempo transcurrido desde el 2003 veremos ocho años se viene construyendo organización popular articulada con un estado que responde a las necesidades y reivindicaciones históricas del campo nacional y popular. Si lo vemos desde más largo plazo tendríamos que contar por lo menos desde 1973 para los más “jóvenes” y desde 1955 para aquellos que vivieron con dolor el golpe de la fusiladora diversos sectores de la militancia vienen trabajando por el momento que hoy vivimos.

Esto falta en la oposición; un proyecto. No quiero que se piense que caigo en el lugar común de la crítica vacía. No tienen proyecto porque rechazan a la historia como una fuente de experiencias y haciendo caso omiso de ese pasado que constituyó sus identidades tratan de aliarse para derrotar al gobierno con aquellos que su pasado es muerte, persecución y desempleo. Esa oposición perdió el rumbo porque perdió  la historia.

No saben quiénes son, ni dónde están parados, ni hacia dónde van…