Islas Malvinas: La actitud de la prensa cipaya

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El 15 de enero de 1833, Manuel V. Maza, ministro de Relaciones Exteriores, presenta una protesta ante Philip G. Gore, encargado de Negocios británico en Buenos Aires, haciéndole saber que “el comandante de la corbeta de guerra Clio, de SMB, ha ocupado en las Islas Malvinas la de la Soledad, enarbolando el pabellón inglés donde flameaba el de la República Argentina”.
Toda la prensa se hace eco de la conmoción que produce la noticia. La Gaceta Mercantil, El Lucero, El Federal oscilan en sus notas entre el estupor y la indignación. (…)Recientemente, el 9 de octubre de 2010, el gobierno argentino presentó una nota de protesta al Reino Unido por la anunciada realización de ejercicios militares con misiles en las Islas Malvinas, al considerar que se trata de “una provocación inaceptable”, que la decisión británica “contraviene el objeto y el fin de los acuerdos bilaterales sobre medidas de fomento de la confianza en el orden militar vigentes entre los dos países”, y “se enmarca en la persistente e inexplicable falta de respeto por parte del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte a las decisiones de la comunidad internacional”, entre otras consideraciones.
Como aquella vez, toda la prensa se hace eco de la conmoción que produce la noticia (…) La conferencia es descripta con tintes sombríos: “En la Sala de Conferencias de la Casa Rosada se vieron nerviosas escenas de preparativos de empleados que fueron llamados de urgencia. Por las fallas en el audio, D’Alotto debió repetir el anuncio dos veces, para que la televisión tomara el sonido.” A renglón seguido las conclusiones: “Las confusas escenas desataron sospechas de la posible intención del gobierno de sobreactuar el conflicto, en medio de una coyuntura local delicada y complicada por derrotas judiciales en su pelea con la prensa, fallos adversos de la Corte Suprema, críticas del Fondo Monetario Internacional (FMI) a la Argentina.” ¿Es un medio inglés? No. Es una nota publicada por el diario La Nación en su edición del domingo 10 de octubre. A este medio le parece muy extraño que el gobierno británico no haya notificado al gobierno argentino que hace ya muchos años que viene realizando ejercicios militares con misiles en las islas (…) Los más conspicuos defensores de la posición británica son, lamentablemente, algunos medios de comunicación argentinos.
El Cronista Comercial, en su edición del 13 de octubre, publica una nota de sugestivo título: “Malvinas: las pruebas de misiles se hacían en público desde 1982”. En ella, se pone de manifiesto un obsceno interés en abonar la tesis británica. Afirma que “el Comando de las Fuerzas Británicas de las Islas del Atlántico Sur” ha hecho público que “se disparan misiles en las Malvinas dos veces por año desde 1982”. Ignacio Miri, autor de la nota, se puso a escarbar en Google hasta dar con el sitio de la revista The Gunner, publicación del Real Regimiento de Artillería británico. En el número correspondiente al mes de febrero de 2010 encontró una nota, firmada por un tal Sam Fogerty, que da cuenta de la realización de ejercicios misilísticos en Malvinas entre el 4 y el 17 de octubre de 2009. ¡La prueba irrefutable! El Foreign Office tiene razón, el odiado gobierno argentino sobreactúa con fines espurios. Quiero creer que el autor conoce la diferencia entre una comunicación oficial de un Estado a otro en cumplimiento de tratados vigentes, y un artículo publicado en una revista.
Lo más asombroso es que estos medios no han tenido el menor reparo en cambiar radicalmente el eje del problema (…) El diario La Nación resolvió, entonces, consultar una fuente autorizada. El periodista Lucas Colonna entrevistó telefónicamente a la señora Jan Cheek, de la Asamblea Legislativa del gobierno de ocupación de Malvinas. Gracias a su publicación en la edición de La Nación del 13 de octubre, nos enteramos que “con elocuente calma” comentó que “hay una gran confusión sobre el tema. Esto no parece ser entendido por la presidenta Kirchner. Se trata de un ejercicio regular que se hace cada seis meses y se ha hecho por más de 20 años.” El periodista de La Nación realizó, entonces, la crucial pregunta: “¿Puede afirmar que cada vez que se hizo un ejercicio de este tipo se informó a las autoridades argentinas correspondientes?” La señora Cheek contestó sin titubear: “Absolutamente. Es parte del procedimiento.” (…) No creo que John Rankin, director para las Américas del Foreign Office, la llame desde Londres para consultarla sobre temas militares y mantenerla al tanto de las comunicaciones que el gobierno del Reino Unido mantiene con el de la Argentina. “Estoy sorprendida de que no estén al tanto. No lo entiendo. Me parece que es una sobreactuación, porque es un ejercicio regular”, contestó Cheek. Y agregó refiriéndose a Cristina Fernández de Kirchner: “Me pregunto si esta sobreactuación es porque tiene elecciones el próximo año.” ¡Ya está! Misión cumplida. Sin duda, Colonna va a ser felicitado por su entrevista (…) Parece que todo límite ya se ha sobrepasado
No es la primera vez que sucede en nuestra historia nacional. Hace tiempo que la cultura y experiencia política de los pueblos acuñó el término “cipayos” para señalar a los que traspasan ese límite. No encuentro una palabra más apropiada. 
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