Desde este blog hemos analizados críticamente algunos artículos de dos de los columnistas más importante de los diarios La Nación y Clarín. Estamos hablando de Eduardo Van Der Kooy y Joaquín Morales Solá. En esta oportunidad vamos a referirnos a otro de los editorialistas del primero de los diarios mencionados. Estamos hablando de Carlos Pagni. Si bien ya lo hemos mencionado tangencialmente, creemos necesario dedicarle un análisis un poco más exhaustivo a alguna de sus columnas. Para esta tarea vamos a tener en cuenta sus notas del 15/11/10 y del 16/11/10 -Algo se mueve en el PJ e Impacto engañoso respectivamente-.
Vale la pena mencionar que de todos los periodistas que venimos analizando es el más sólido en términos conceptuales y el que posee una pluma mucho más fina y erudita. Sin embargo, encontramos que en esa forma políticamente correcta de referirse existe una constante a la cual vale la pena prestarle atención. Nos estamos refiriendo a la constante omisión de hechos relevantes que, al ser dejados de lado, minimizan las acciones del gobierno. Además también suele usar esa muletilla, ya repetida hasta el hartazgo por infinidad de periodistas, de las diferencias entre los países serios -eficientes- y los no serios -ineficientes. Conceptualización poco rigurosa por cierto. Pero comencemos con el análisis y luego retomemos este problema.
Pagni presenta el anuncio sobre el pago al Club de París como un impacto engañoso, debido a que “en septiembre del año 2008, la Presidenta comunicó que se usarían 6706 millones de dólares de las reservas del Banco Central para salir del default con el Club” pero que “pocos días después de esa decisión se derrumbó Lehman Brothers y en el mundo de las finanzas cambiaron todos los significados.”
Planteado de esta forma el argumento pareciera ser contundente: el gobierno estaría reflotando algo que ya había dicho que iba a hacer hace dos años solo para hacer “un anuncio destinado a demostrar que el Gobierno está activo en la gestión económica. Es una señal interesante, sobre todo para una Presidenta que tenía en su esposo fallecido al verdadero ministro de Economía.”
Pero bueno, esto tiene algunos matices a los cuales valdría la pena referirse. Si tomamos a algunos de los países -que pudieron ser para Pagni “democracias eficientes” pero que luego de la crisis económica ya no se los puede dar como ejemplos- como pueden ser Irlanda, Grecia, España, Portugal, Italia, vemos que el crecimiento de sus deudas externas respecto de su PBI tiende a crecer mientras que el de Argentina disminuye. En este sentido, es doblemente rescatable que nuestro país VUELVA a anunciar que va a pagar la deuda incluso luego de la crisis que está llevando a la bancarrota a los anteriormente reconocidos como países serios.
Será por eso que ante la falta de ejemplos Pagni se refiere a Alemania para hablar en la otra de sus columnas acerca del debate por el presupuesto. Dice, respecto al único ejemplo que le queda, que en ese país “la presidencia de la comisión de presupuesto del Parlamento está, por prescripción constitucional, en manos opositoras.” Con esto quiere decir en las “democracias eficientes” el presupuesto “no puede ser elaborado sin negociación”.
De nuevo otra omisión. ¿El presupuesto sólo se debate en la comisión? No, el presupuesto se debate en el pleno de la Cámara. De hecho eso es lo que sostuvo el diputado Agustín Rossi: dar quorum para luego debatir el presupesto tanto en general como en particular.
Otra de las cosas que omite el columnista es qué sucedió en EEUU en 1995 -no nos arriesgamos a decir si ese país para Pagni una democracia eficiente. Recordemos que en aquel año de la gestión Clinton el partido republicano rechazó el presupuesto presentado por el ex presidente norteamericano. Esto llevó a la suspensión de fondos que varios organismos públicos, se cerraron varios departamentos federales por falta de partidas para financiar sus actividades. También se despidieron empleados administrativos… hubo huelgas y todo tipo de manifestaciones por los problemas que esto ocasionó. Esto seguramente se debió, si siguiéramos la interpretación de Pagni, a que la gestión Clinton no quiso debatir el presupuesto.
En este sentido, cuando se refiere a la forma de negociación que llevó adelante el kirchnerismo respecto del presupuesto, dice que Cristina Kirchner “lanzó a sus mastines en busca de la presa”, logrando que “una decena de comedidos saliera a ofrecer prebendas en nombre de la Presidenta, a gente que, en algunos casos, era apenas conocida.” Con este tipo de afirmaciones Pagni muestra ciertos rasgos compartidos con otros de sus colegas de La Nación y de Clarín. En efecto, sugiere con metáforas e imágenes la indeclinable actitud violenta en las acciones de la presidenta.
De todas formas, nuevamente omite. Se omite el dictamen de mayoría de la comisión y el hecho que los que no quieren debatir el presupuesto son los bloques opositores.
"Crítica de la razón omitida"
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